miércoles, 21 de junio de 2017

Assata Shakur: La fugitiva en Cuba que nunca tendrá Trump; EE UU ofrece dos millones de dólares por su cabeza.

En el clímax de su discurso del viernes en Miami, Donald Trump se arrancó a proclamar sus exigencias a Cuba–“¡Liberen a los presos políticos!”; “¡Paren de encarcelar inocentes!”; “’¡Ábranse a las libertades políticas y económicas!”; “¡Devuelvan a los fugitivos de la justicia americana!”– y remachó entre vítores: “¡Incluido el regreso de Joanne Chesimard, asesina de un policía!”. Este lunes, tres días después, el ministro de Exteriores cubano Bruno Rodríguez le respondió en una rueda de prensa desde Viena que “los luchadores por los derechos civiles de EE UU [asilados por Cuba], por supuesto, no serán retornados”. El número de prófugos americanos cobijados en la isla no se conoce con certeza. A falta de una cifra oficial, los medios de EE UU hablan de unos 70. Entre ellos destaca Joanne Chesimard –nombre de casada y nombre de prófuga–, nacida Joanne Byron en una familia negra de Nueva York en 1947 y que adoptó en los setenta su nombre de guerrillera urbana por los derechos de los negros, Assata Olugbala Shakur, que a sus 69 años todavía lleva orgullosa en su sigilosa vida en Cuba. La protege la inteligencia cubana, atenta a cualquier caza recompensas extranjero o local que se pueda atrever a intentar capturarla para sacarla como una centella en una lancha rápida y en un par de horas entregarla al FBI en la costa de Florida. Las autoridades de EE UU ofrecen dos millones de dólares por su cabeza.

fuente:elpais.com

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