lunes, 19 de junio de 2017

SERIE ESPECIAL: Fugas ponen a prueba seguridad de las cárceles

Las fugas de reos de los 41 recintos carcelarios del país han puesto a prueba la seguridad de los centros y ha obligado a las autoridades a adoptar controles más estrictos para evitar que se convierta en una práctica difícil de manejar.
Utilizando diversas maniobras, 337 internos o reclusos han conseguido vulnerar la vigilancia de los recintos para evadir las condenas que les impusieron por los delitos en que incurrieron.
De los 22 Centros de Corrección y Rehabilitación que corresponden al Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria se han escapado 117 reclusos en 12 años.
Mientras, 220 han evadido la prisión de 19 cárceles del sistema tradicional en 10 años.
Aunque 76% de los presos fugados ha sido reapresado, unos han burlado la persecución, quedando 50 aún prófugos, 33 que estaban recluidos en recintos tradicionales y 17 en centros modelos.
Otros no tuvieron éxito, murieron al ser perseguidos por los agentes de vigilancia, siendo ese el caso de al menos 22 de centros modelos.
La mayoría de los que se fugan o tratan de hacerlo están condenados por homicidio y robo agravado.
Las fugas son más frecuentes de noche y en la madrugada, cuando los reos entienden que puede haber un descuido de la seguridad.
MÉTODOS
Seguetear los barrotes; volar las paredes, salir por las puertas, con y sin la intervención de armas de fuego, son algunas de las formas usadas para evadir la prisión. A veces hasta en el camión de la basura, como lo hizo uno que se escapó de la cárcel de Jimaní.  
fuente:listindiario.com

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