
Con muestras evidentes de alegría, la viuda del arquitecto dice estar feliz en su nueva vivienda, junto a sus hijos.
Ella siempre aspiró a tener una casa y vivir dignamente con su familia. La desvencijada casucha donde vivía, con su familia, era alquilada, con mucha estrechez y serias dificultades económicas.
Dijo que su mayor anhelo y preocupación, tras la situación vivida a raíz del suicidio de su esposo, estuvo rodeada de la incertidumbre sobre cómo saldría adelante con tres hijos huérfanos, su futuro, sus estudios y reducirle, a lo mínimo, el trauma por la muerte de un padre, quien “se ocupaba de todo y fue muy responsable en su hogar”. Ahora, la señora Rodríguez tiene elogios para el director de la OISOE, el ingeniero Francisco Pagán, de quien reconoció “ha cumplido con lo prometido”. “Yo le agradezco (a Pagán); él me ha cumplido. En principio no le niego que tuve mis dudas, pero ese señor es serio, muy responsable; ha sido solidario”, declaró.
fuente:listindiario.com
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