domingo, 13 de agosto de 2017

El duelo entre EE.UU. y Corea del Norte, más ladridos que mordeduras

WASHINGTON. Por primera vez, el líder norcoreano, Kim Jong-un, se ha encontrado con un par en la Casa Blanca capaz de llevar la retórica tan al límite del conflicto como él y, pese a la posibilidad de desencadenar una guerra imprevisible, la única vía probable en este contencioso sigue siendo el diálogo.
Utilizando un lenguaje propio del Oeste americano y una frase popularizada por John Wayne, Trump aseguró este viernes en su cuenta de la red social Twitter que sus armas están “cargadas y montadas” y las opciones militares están “completamente preparadas” si Kim Jong-un “actúa de forma imprudente”.
Esa última parte indica que Trump no tiene previsto un ataque preventivo contra instalaciones militares de Corea del Norte, algo que ha sobrevolado la lista de opciones después de que el régimen comunista amenazara con lanzar dos misiles hacia aguas de la isla de Guam, territorio estadounidense y sede de una estratégica base naval en el Pacífico.
El régimen norcoreano aseguró este viernes que las declaraciones de Trump “son un montón de sinsentidos”, mientras que volvió a amenazar a Seúl con reducirlo a “un mar de fuego” si se desencadenan ataques militares contra ellos.
Pese a la retórica militarista, Trump no ha ordenado ningún despliegue adicional de fuerza hacia la Península de Corea, después de que en junio se retirase el portaaviones USS Carl Vinson de la zona, y solo queda en Japón el USS Ronald Reagan para responder a una crisis militar que, de producirse, podría tener dimensiones globales.
fuente:diariolibre.com.do

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