Todavía hoy me cuesta bajar a la tierra. Más de dos horas sobrevolando París en un helicóptero el día de la Fiesta Nacional del 14 de julio es una experiencia excepcional para un fotógrafo.
No estaba preparado para esto. Vivo en Nantes, hace diez años que trabajo de freelancer para la AFP y me pidieron ir a París de refuerzo el 14 de julio, pero hasta una semana antes no supe que iba a hacer fotos desde un helicóptero. Ya había trabajado en esas condiciones: en competiciones de vela o sobre el Monte Saint Michel, pero jamás sobre una ciudad. Y menos sobre París.
Son las nueve de la mañana y el motorizado de la AFP acaba de dejarme en la base aérea 107 de Villacoublay, al suroeste de la capital. El ambiente es efervescente, todos los helicópteros que van a desfilar en los Campos Elíseos están ahí.
Me dicen que voy a volar en un Fennec procedente de la base aérea 115 de Orange, en el sureste de Francia, junto a otro fotógrafo de Sirpa Air, el servicio de información y de relaciones públicas de la fuerza aérea. Un lujo total. El Fennec es el helicóptero que está en alerta permanente para interceptar cualquier avión de turismo que se aventure sobre la capital.
fuente:listindiario.com
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