
Enrique Sánchez (El Bori) había confesado que era distribuidor de drogas y denunciado que decidió abandonar el negocio porque ya no le era rentable por el pago del “peaje” que se le exigía, fue ultimado a balazos en un aparente ajuste de cuentas, por desconocidos que lo emboscaron el pasado jueves.
“El Bori”, muy conocido en el sector Rabo Dulce, de Salcedo, se presentó en varios programas de televisión, donde denunció que su vida estaba en un hilo, e incluso, aseguró que hacía varios días, salvó milagrosamente la vida, cuando supuestos agentes de la DNCD en Salcedo, lo tirotearon en un boscoso camino de un paraje rural, donde logró escapar ileso de los disparos.
Sánchez había dicho que pagaba cientos de miles de pesos y que mantenía conexiones en Moca y otros pueblos del Cibao Central, donde también distribuía las drogas, con el amparo policial y de agentes de la DNCD que luego se convirtieron en sus peores enemigos.
En el caso de la ciudad cabecera de la provincia Espaillat, Sánchez dijo días antes de que lo asesinaran, que pagaba $400,000 al mes, “porque Moca es una plaza muy codiciada”.
El confeso ex narco, fue impactado con dos plomos en la espalda, uno en el cuello, y otro en la cabeza, mientras se dirigía a una banca, presumiblemente propiedad d su padre.
A la escena del crimen se presentaron el fiscal adjunto de Salcedo Viterbo Cabral y un coronel de la Policía, quienes se comprometieron a esclarecer el crimen cometido contra “El Bori”.
Sánchez había revelado también que mantenía su principal punto de drogas en el barrio “Rabo Duro” de Salcedo y que un supuesto coronel al que le pagaba una alta suma de dinero, lo había amenazado y lo perseguía para liquidarlo físicamente. Algo similar ocurrió hace meses en la ciudad de Ocoa, donde el denunciante tuvo mejor suerte porque salvò la vida tras recibir una lluvia de disparos, luego de lo cual la fiscal fue cancelada y luego cancelaron otro fiscal.
TESTIMONIOS DE EL BORI
“El Bori”, dijo en el programa local de televisión “Sin Límites” que el capitán y otros oficiales de la DNCD en la dotación policial de este municipio, lo perseguían con la intención de asesinarlo, después que abandonó el ilícito negocio de distribuir drogas.
Se quejó de que tomó esa decisión porque no pudo seguir pagándoles el “peaje” que le cobraban para dejarlo operar un punto de drogas y que cuando le pidieron más, y no pudo aumentar la cantidad de dinero que entregaba cada sábado, comenzó a ser perseguido y acusado, igualito que como ocurrió en Ocoa.
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fuente:elnuevodiario.com.do
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