martes, 10 de febrero de 2015

Una historia de amor digna de contar

El día que Melina Jiménez y Christian Valdez cumplieron seis años de casados ella  escribió en su cuenta de Instagram que  el matrimonio no es tan lindo como en las fotos. “Se requiere de mucha paciencia, doblegar el orgullo, sacrificios, lágrimas; sube y baja de emociones, pero a pesar de todo lo vivido ha valido la pena. Hombres como él no abundan. Es  íntegro, buen padre, noble, leal. Me ama, respeta, y lo más importante: soy su reina”.  
Él dice, “mi matrimonio es una montaña rusa”. Con estas confesiones, la pareja cuenta a LISTÍN DIARIO cómo han mantenido a flote su matrimonio y todas las vicisitudes que han vivido en su relación, para tener la familia que hoy tan orgullosamente exhiben, junto a su hijo Gianfranco.
Melina narra que conoció a Christian de una forma poco usual. Estaban en una discoteca y una amiga de él, Jennifer Cueto, se lo presentó como su hermano. Ella dudó, por la forma en que ambos se comportaban. “Esa noche yo estaba pendiente de otro chico. Aunque reconocí que él es bello, lo que llamó mi atención fue su camisa. Al día siguiente, Jennifer le hace una cita a ciegas. Él nunca llegó.
Pasaron varios meses. Un  día, Jennifer la invita a una fiesta y le dice que su amigo Christian la recogerá. Desde ese momento hasta hoy, solo se han separado una sola vez, cuando sufrieron un crisis matrimonial que duró tres meses.
 Su noviazgo transcurrió de una forma muy idílica. Ambos se fueron a estudiar a Barcelona, donde vivían juntos. Al regresar el panorama cambia, y ella plantea la posibilidad de casarse, porque temía a su padre, un general y para colmo, muy conservador.
 La pareja decide comprometerse para casarse el próximo año, pero surge algo inesperado y tienen que adelantar la boda: Ella se embaraza.
   Melina asegura que en el transcurso del noviazgo vio el buen hijo que era, muy respetuoso, y con una familia unida. Se dijo: “Este es el hombre que quiero para formar mi familia”.
Testimonio
Destinados a estar juntos
Cuando se enteran de la llegada del bebé, por supuesto, adelantan la boda y Christian abandona sus estudios en el extranjero (porque él había venido de vaciones) para cumplir con su compromiso.
Muere la mamá de Melina de cáncer y la pareja entra en una etapa de duelo e incertidumbre que los afectó mucho, pero gracias a Dios lo tenía a él.   
Se casaron el 13 de septiembre del 2008.
Christian dice que cree mucho en el matrimonio, porque sus padres duraron 50 años casados. Y entiende que cuando hay hijos se debe luchar para conservar la relación.
Melina dice que su mejor ejemplo a seguir es la familia de su esposo. Es la ideal, de la que nunca piensa salir.
 Christian es psicólogo industrial y trabaja en Higüey administrando los negocios de su padre. Ella odia el campo, pero se complementan porque comparten los mismos hobbies: tirarse fotos en familia, modelar, viajar. Y los compromisos del día a día.
 Asegura que cuando vió a Melina la segunda vez dijo: “Qué piernas, qué cromo de mujer. Siempre me han gustado las mujeres imponentes, pelo negro. Fuimos a una fiesta con Sergio Vargas y jamás nos hemos separado. A pesar que tiene un temperamento fuerte, la amo”.
Para esta pareja su mayor sacrificio y prueba de fuego superada es el hecho de estar separados por varios días, como ahora. La pareja reconoce que ambos son dependientes uno del otro, lo que dificulta más la relación.
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fuente:listindiario.com

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