Una enfermera del Hospital Vinicio Calventi en Santo Domingo sustrajo un bebé que había nacido en ese centro, se lo llevó a su casa y cuando el padre fue a preguntar por la salud de la criatura, le dijeron que había muerto.
El delito se descubrió cuando el padre pidió que le dejaran ver el cuerpo de la criatura y no pudieron mostrárselo, porque en realidad se encontraba en casa de la enfermera Olga Grullón, de 35 años de edad.
Por tales acciones irregulares, el director del hospital, doctor Marcelo Puello, tras realizar una investigación en las áreas de ginecología, pediatría y neonatología, dispuso la suspensión de la enfermera Grullón y una compañera que, conociendo el caso, no lo notificó a las autoridades del establecimiento.
En el apoderamiento irregular del bebé se le autorizó la de alta dada al niño, pero la misma no estaba firmada por la madre.
Durante las indagaciones, la propia enfermera Grullón informó a la dirección del hospital que la madre no podía llevarse el niño a la casa por razones personales con su pareja, por lo que decidió regalarle a ella el bebé.
A requerimiento de la dirección médica, la enfermera se presentó al hospital con el recién nacido y una supuesta autorización manuscrita de la progenitora, quien luego admitió haber falsificado la firma de la madre llevándoselo para su casa, burlando la seguridad del hospital.
En un comunicado, el hospital informa que “Dada la delicada situación de este caso, de inmediato notificamos la situación al Consejo Nacional de la Niñez (CONANI) y al Ministerio Público, quienes se han hecho cargo de la criatura hasta tanto concluyan las investigaciones”.
“La dirección del hospital lamenta este incidente, ya que el objetivo de nuestro centro es, además de brindar servicios de calidad en salud, velar por la seguridad de los pacientes que acuden a dicho hospital”, precisa.
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fuente:elnuevodiario.com.do
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