martes, 21 de julio de 2015

Opinión: Bahía de las Águilas, mina de oro del Sur

A cada región de la República Dominicana Dios le  dio sus riquezas para que les sirvieran de base a su  desarrollo. Todos sabemos de las múltiples riquezas de la exuberante región del Cibao, así como también las que tiene la región Este del país.
El Sur no podía ser la excepción y por tal razón  Dios también le dio sus riquezas. Una de ellas son sus playas, su clima  y sus recursos naturales prósperos para el ecoturismo. El problema es que se había esperado demasiado para explotar ese tesoro escondido, que todo el mundo sabe dónde está.
Ahora sucede que para poder elevar el número de visitantes al año a 10 millones,  la única alternativa que tiene el país es abrir otro polo turístico que tenga nuevos  atractivos  además de los que tienen las demás regiones del  país. Ya los intereses que se han opuesto a la explotación del turismo en el Sur no podrán encontrar más argumentos que dilaten o pospongan lo que a la vista del mundo es impostergable.
Definitivamente, como dijo el Presidente Danilo Medina recientemente, llegó la hora del Sur; y dentro del Sur, Pedernales representa el núcleo de ese nuevo Polo Turístico. Para tales fines el gobierno se apresta a realizar las inversiones básicas necesarias para que los inversionistas puedan hacer las grandes inversiones necesarias para el arranque definitivo del turismo en el Sur y particularmente en Pedernales.
Recientemente estuve de visita en mi natal Pedernales y pude comprobar las grandes expectativas que aguardan los habitantes de esa empobrecida provincia. La gente espera que esta vez no sea una simple promesa de campaña sino que se haga realidad ese sueño colectivo que representa la esperanza de un mejor vivir para los habitantes de dicha región.
Falta aún por concluir el litigio por los títulos de 45 millones de metros cuadrados de tierra en donde se desarrollará el más importante proyecto eco-turístico del país. Este proceso deberá terminar en septiembre fecha en que la justicia fallará definitivamente sobre ese asunto.
Los promotores e inversionistas sólo esperan la decisión de la justicia para empezar a construir los proyectos habitacionales ya que esta requiere  que los terrenos estén libres de litigios y que los títulos estén libres de gravámenes.
Por supuesto que se espera también que una vez la justicia falle definitivamente a favor del estado, este  proceda a realizar la compensación necesaria a los perjudicados que califiquen para tales fines. De esa manera se cerrará un largo litigio y que las partes queden aunque sea medianamente satisfecha y que  el turismo pueda arrancar en Bahía de las Águilas.
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fuente:almomento.net/Por: JOSÉ PÉREZ MÉNDEZ

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