sábado, 12 de diciembre de 2015

El chuletón más caro del mundo es francés y cuesta 3.000 euros

París (Francia).- El chuletón más caro del mundo es un "millésime 2000" de la raza de vacuno francés Blonde Aquitaine, que se vende a 3.000 euros la pieza tras haber pasado varias semanas de maceración y 15 años hibernando a -43°C bajo un chorro de aire a 120 kilómetros por hora.
"Nuestro objetivo es devolver a la carne su identidad, como ocurre con los vinos o con los quesos", explica a EFE el maestro matarife Alexandre Polmard, un joven de 25 años que da continuidad a 166 años de tradición carnicera y que ha depurado una técnica que inició su padre.
Sus carnes, que se venden a chefs pero también a particulares, llegan a alcanzar hasta los 18 años de reposo y provienen de vacas criadas al aire libre en 120 hectáreas de pasto en la Lorena francesa, a las afueras de la norteña localidad francesa de Saint Mihiel, no muy lejos de Metz.
"Una vez terminada la maduración, el proceso de hibernación no afecta a la carne. Lo hacemos porque nos lo pedían algunos chefs, que querían asociar las carnes a vinos de 15, 16 ó 17 años", comenta Polmard.
Los animales, fruto de seis generaciones de investigación genética desde que esa saga de carniceros entrara en el negocio en 1849, resultan del cruce entre tres razas francesas, la Garonnaise, blonde du Quercy y blonde des Pyrénées.
Viven entre 36 y 42 meses, siempre al aire libre porque si aumenta su temperatura corporal varía la acidez. Solo entran bajo techo seis meses antes de ser sacrificadas, para verificaciones técnicas.
Les habla a las vacas, dice, para que crezcan relajadas porque el estrés aumenta los niveles de glucógeno y ácido lácteo, lo que empobrece y embrutece el sabor del vacuno.
"Les hablo porque quiero a mis animales. Es como los ganaderos que ponen música clásica a sus animales: se hace para recordar al hombre que tiene que tratar a las vacas con delicadeza", comenta.
Los Polmard cuidan la alimentación de ganado, adaptándola en función de su edad y del desarrollo de su masa corporal. Su régimen, a base de cereales y piensos de su propia granja, es más calórico durante los seis primeros meses de vida para que su carne sea más tierna en la edad adulta.
Cuando salen del matadero -pronto será uno propio- pasan al laboratorio, donde se regula la tasa de humedad y de oxígeno para garantizar el control total de la oxidación del entreverado.

fuente:Z1o1digital.com

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