martes, 26 de enero de 2016

Magistrada Awilda Reyes lloró a lágrimas sueltas, pidió perdón y dijo que no volvería a tomar dinero por sentencias

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Justiniano Montero Montero, director general de la Carrera Judicial e interino del Consejo del Poder Judicial, se encontraba impartiendo docencia en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, el 2 de noviembre de 2015, cuando recibió una llamada urgente, a las 5:45 de la tarde, de parte del presidente de la Suprema Corte de Justicia, mariano Germán Mejía. Necesitaba verlo de inmediato.
Salió muy rápido de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UASD, y del Edificio B, aula 303, porque entendía que la situación era urgente. No fue una ni dos veces que recibió llamadas. Quien le puso en movimiento fue la asistente de Mariano Germán, quien le dijo que la situación era urgente y que no podía dilatar su presencia en el despacho del presidente del Consejo del Poder Judicial.
Y vaya la sorpresa que se llevó Justiniano Montero Montero, oriundo de San Juan de la Maguana, quien tiene funciones permanentes como presidente de la Segunda Sala Civil de la Corte de Apelación del Distrito Nacional. Y no era para menos, porque cuando llegó al despacho de Mariano Germán allí se encontró con una escena poco común en cualquier sistema de justicia.
“…Estaban reunidos la magistrada Awilda Reyes Beltré, quien estaba sumergida en llantos y lágrimas, el magistrado juez presidente de la Suprema Corte de Justicia y el secretario general de dicho órgano, quien a seguidas solicitó que nos fuese hecha una narración de lo que había ocurrido en el discurrir de la reunión”.
Estos son algunos detalles narrados por Justiniano Montero Montero en el expediente acusatorio contra Awilda Reyes Beltré y Francisco Arias Valera, y preparado por el Procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito.

“El presidente de la SCJ previo a solicitarle a la magistrada aludida que expusiera todo cuanto les había declarado a ellos, me preguntó que si conocía a la magistrada Awilda Reyes y qué ponderación me merecía. Le contesté que sí, que era una egresada de la Escuela de la Magistratura, que gozaba de un gran prestigio y de imagen como profesional y que me parecía una joven con ciertas prendas morales”.
Montero Montero fue llamado para que actuara como testigo de las revelaciones que había hecho Reyes Beltré al presidente de la Suprema Corte de Justicia. Por eso fue sacado de un aula en la UASD y debía recibir el testimonio directamente de Reyes Beltré. Acento tiene la copia del expediente acusatorio.
Como si se tratase de una emboscada, Mariano Germán, dejó que fuese la propia Reyes Beltré que desmintiera el criterio del director de la Carrera Judicial.
fuente:acento.com.do

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