Asunción (Paraguay).- Paraguay ha declarado la guerra a la obesidad para evitar convertirse en un "país de gordos", condición que va camino de cumplir debido a unos deficientes hábitos alimentarios que se han consolidado en la franja más joven de la población, seducida por la denominada "comida chatarra".
Ello implica además un riesgo de contraer enfermedades crónicas, lo que se pretende sortear con una campaña que tiene por meta reducir las tasas de obesidad y sobrepeso para 2025, antes de que la situación se vuelva irreversible.
Uno de cada cuatro adultos paraguayos, que equivale al 23 % del total de la población, es obeso, mientras que seis de cada 10 niños y adolescentes, cerca del 30 % del total, tienen sobrepeso y exceso de peso, según los datos del Ministerio de Salud Pública.
Aunque los porcentajes se sitúan dentro de la tendencia latinoamericana y mundial, lo que el ministerio pretende es cortar una curva que se torna ascendente y es detectable en el abuso general de los alimentos procesados, precocinados, congelados, enlatados y azucarados.
Se trata de una dieta que en muchos casos está relacionada con factores económicos, pero a la que se suma otra igual de nociva y que tiene más que ver con tradiciones alimenticias más arraigadas en Paraguay, como el consumo de carne roja.
Y es que en Paraguay, sexto exportador mundial de carne bovina, el plato de "asado" está a la orden del día.
"Hay un exceso de consumo de carne roja, porque para el paraguayo si la comida no contiene carne roja no es comida. Se trata de una falta de educación alimentaria", dijo a Efe Gabriela Fretes, responsable de la Unidad de Prevención de la Obesidad del Ministerio de Salud.
Otro de los alimentos que fomentan el sobrepeso y la obesidad entre los paraguayos son las empanadas, milanesas o la chipa, el popular panecillo autóctono, y la costumbre de comer estos panificados a diario.
fuente:z101digital.com
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