Juan Manuel Moliné Rodríguez pidió perdón una vez más a la familia de José Rafael Llenas Aybar, así como a la sociedad, ya que actuó de una manera equivocada en una época donde él era un joven de 18 años.
Dijo que no es la misma persona que era cuando entró al sistema penitenciario en el año 1996 y que el tiempo lo aprovechó para reflexionar y meditar para aprender de los errores que cometió.
“Como ustedes ven yo cumplí la totalidad de mi pena, yo hice esto con la esperanza de que al cumplir la pena completa iba a traer tranquilidad y un poco de paz a las personas que se vieron lastimadas por este hecho”, expresó Moliné Rodríguez en su residencia en compañía de sus padres.
Dijo que aceptó su culpa y el castigo que se le impuso cumpliendo la pena sin ningún tipo de privilegios en el recinto. Agradeció a Dios, que le permitió alcanzar ese momento al lado de su familia, y a su madre que nunca lo abandonó.
“Yo cometí un error pero quiero decirles que he reflexionado mucho yo soy dueño de mi conducta y cada quien es dueño de sus actos, yo pienso obedecer y respeta las leyes y tratar de ser un miembro digno de la sociedad”, expresó.
Tras ser preguntado qué hará ahora que está en libertad respondió que estará junto a su familia para recuperar el tiempo perdido.
Moliné Rodríguez dijo que el Señor es su roca y que mucha gente creyó en él, por lo que espera que la sociedad le dé una segunda oportunidad.
“Somos una sociedad cristiana, por ende tenemos que creer que toda personas merecen una segunda oportunidad”, dijo.
Cuando le preguntaron el motivo por el que cometió el hecho dijo que la pregunta tiene que ser respondida por quien infirió las 34 puñaladas, en referencia a Mario José Redondo Llenas, quien cumple 30 años de prisión por la muerte de su primo.
Dijo sentirse nervioso por tener la atención de los medios de comunicación que lo siguieron desde la cárcel hasta su residencia, ubicada en la urbanización La Castellana de esta capital.
Moliné Rodríguez exhortó a los jóvenes a actuar correctamente y que sigan los valores que le inculcan sus padres, igualmente a alejarse del crimen y de las malas influencias, para que no les ocurra lo mismo que a él.
fuente:listindiario.com
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