SANTO DOMINGO. Los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la Declaración de Santo Domingo 2016, adoptada durante la 46va. Asamblea General, hicieron múltiples recomendaciones para impulsar el desarrollo sostenible, poniendo de relieve entre ellas, la necesaria erradicación de la corrupción y la impunidad, como imperativo de las naciones.
Las naciones asumieron compromisos con la implementación de la Agenda 20-30 en las Américas, la erradicación de la pobreza, la lucha contra la desigualdad; la protección del medio ambiente; la gestión del riesgo de desastres y la lucha contra el cambio climático, entre otros importantes temas.
Los cancilleres y jefes de delegaciones de las naciones miembros de la OEA, sesionaron en un encuentro para tratar el tema “Fortalecimiento institucional para el desarrollo sostenible en las Américas”, donde se propuso continuar impulsando la lucha contra la corrupción, en todas sus formas, en el sector público y privado.
Acordaron la implementación de la Convención Interamericana contra la Corrupción (CICC), y su mecanismo de seguimiento; así como fortalecer el desarrollo en los estados miembros con las herramientas necesarias para prevenir, detectar, sancionar y erradicar la corrupción y la impunidad. Ello para alcanzar una vida decente, digna y plena.
De igual modo, promover la transparencia y rendición de cuentas, fomentar la participación ciudadana y el control en la gestión de los recursos de las instituciones del Estado, a través de la difusión de la información pública.
Los países decidieron promover el fortalecimiento y la creación, siempre y cuando sean necesarias, de instituciones transparentes, eficaces, responsables e inclusivas en todos los niveles de gobierno, a fin de facilitar los objetivos y metas de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Otro de los planteamientos fue impulsar acciones y aunar esfuerzos en la lucha contra todas las formas y modalidades de violencia contra la mujer, incluido el feminicidio, así como la discriminación hacia ellas y las niñas.
En ese tenor, promover en los procesos de fortalecimiento institucional, el enfoque de derechos, incluyendo el respeto a los derechos humanos y sistemas de protección y promoción social con carácter universal, equitativo y no discriminatorio para vivir bien en armonía con la naturaleza.
También consideran que se hace necesario impulsar una educación inclusiva, equitativa y de calidad como un componente vital para el logro del desarrollo sostenible, incluido fortalecer el diálogo político en esa materia.
fuente:diariolibre.com.do
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