ISLAMABAD. Quetta, en el oeste paquistaní, vivió hoy una jornada de entierros y de luto por el ataque contra un hospital que acabó con la vida de 71 personas e hirió a otras 128, un atentado que ha llevado a cientos de abogados a comenzar una huelga en todo el país por sus compañeros asesinados.
La capital de la provincia de Baluchistán se paralizó hoy con banderas a media asta, colegios sin niños e instituciones gubernamentales cerradas tras el ataque de ayer, uno de los peores de lo que va de año en el país, junto con el atentado suicida en un parque de Lahore que causó 73 muertos en marzo.
“La ciudad está paralizada”, dijo a Efe el portavoz del Ejecutivo regional, Anwar ul Haq Kakar.
Los funerales de los fallecidos en el atentado comenzaron ayer y continuaron hoy con pequeños entierros alejados de los focos de los medios de comunicación.
En Islamabad, el primer ministro, Nawaz Sharif, encabezó una reunión con sus colaboradores de seguridad para analizar la situación.
“Estamos en guerra contra una ideología que quiere cambiar nuestro estilo de vida”, afirmó Sharif, de acuerdo con un comunicado oficial.
En la reunión, según el documento, se prestó atención al hecho de que tras la campaña “exitosa” en el noroeste del país contra supuestos refugios insurgentes, en su “desesperación”, los “terroristas están ahora cambiando sus objetivos” a otros que no son instituciones del Estado.
“El Gobierno está comprometido con dar todos los pasos necesarios para asegurar que la sangre derramada en la matanza de Quetta no ha sido en vano”, dijo el primer ministro.
También la plana mayor del Ejército se reunió hoy y coincidió en considerar el ataque como “un intento por minar el éxito de la operación militar” de la ofensiva que desde junio de 2014 deja 3.400 insurgentes y 488 militares muertos, según datos no verificados independientemente, y más de un millón de desplazados.
De acuerdo con el último cómputo, el atentado provocado por un hombre que hizo detonar ocho kilos de explosivos en la entrada de emergencias del Hospital Civil de Quetta causó 71 muertos, 50 de ellos abogados y dos periodistas.
Los abogados y reporteros habían acudido en gran número al centro sanitario después de que el presidente de la Asociación de Abogados de Baluchistán, Bilal Anwar Kasi, sufriera un tiroteo mortal.
Hoy los abogados paquistaníes comenzaron una huelga de tres días por el ataque y protagonizaron protestas en ciudades como Islamabad, Lahore y Quetta.
El colectivo, que ha sufrido varios asesinatos en Baluchistán en los últimos meses, reclamó al Gobierno medidas para evitar nuevos ataques.
“Ningún abogado irá en los tres próximos días a un juzgado”, dijo a Efe Hamid Murat, miembro de la Asociación de Abogados de Pakistán, que participó en las protestas en Islamabad.
El jefe de Gobierno de Baluchistán, Sanaullah Zehri, anunció una operación en Quetta para encontrar a los autores del ataque, según la televisión Geo.
También el jefe del Ejército, Raheel Sharif, ha dado órdenes de “intensificar” las acciones contra los terroristas, de acuerdo con la oficina de prensa de esta institución.
fuente:diariolibre.com.do
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