martes, 27 de septiembre de 2016

De protectora, a protegida: la Gran Muralla china corre peligro

El reciente descubrimiento de una chapucera "restauración" con cemento en un tramo de la Gran Muralla ha devuelto la atención al peligro que corre el mayor monumento del mundo, siempre amenazado por la erosión, el vandalismo o los deseos de hacer negocio con sus ladrillos.
El gigantesco muro defensivo que los chinos empezaron a erigir hace más de 2.000 años, tan grande que es hasta difícil de medir (los estudios varían entre los 6.000 y los 21.000 kilómetros), es víctima de su propio tamaño, que dificulta su vigilancia y conservación.
Ello explica, por ejemplo, que la polémica restauración con concreto en un tramo de Suizhong (noreste, a unos 300 kilómetros de Pekín) no se haya conocido en la prensa ni haya generado las iras de la población hasta dos años después de terminada, cuando imágenes del horrendo trabajo se publicaron en internet.
"La Gran Muralla tiene una gran historia, y claro, ahora es como un viejecito", cuenta a Efe el mayor experto en este monumento, Dong Yaohui, quien a mediados de los 80 fue el primero en recorrerla entera -tardó 500 días- para realizar el primer estudio pormenorizado de ella.
Dong ha decidido mostrar el peligro que corre la Gran Muralla llevando a periodistas de varios medios, entre ellos Efe, al tramo de Jiankou, uno de los más peligrosos y situado a unos 70 kilómetros de Pekín, en el que cada año mueren o resultan heridos algunos excursionistas.
A sus más de 60 años, Dong no se asusta por ello y recorre con gran pericia un tramo muy diferente a los más turísticos, ya que está construido con blanca piedra caliza, en lugar del tradicional ladrillo gris que edifica los visitadísimos segmentos de Badaling o Mutianyu.
En Jiankou árboles y arbustos han invadido el suelo de la muralla, reventándolo a veces, y en la parte más escarpada prácticamente hay que escalar, algo a lo que Dong, habitual en la televisión china y autor de numerosos libros sobre la Gran Muralla, parece más que acostumbrado.
"Necesitamos la ayuda de otros países, la Gran Muralla es demasiado grande, demasiado larga y su protección es muy difícil", confiesa.
fuente:listindiario.com

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