Manteniendo su postura de las anuladas elecciones del año pasado, los votantes haitianos parecieron mirar más allá de una clase política propensa a las intrigas para escoger a un candidato nuevo que dirija al dividido país como presidente los próximos cinco años.
Jovenel Moise, un empresario que suele mostrar un tono optimista, dijo el martes que está deseando enfrentar el desafío de construir un consenso con el Parlamento y ayudar a arreglar una cultura política en permanente guerra contra sí misma.
"Trabajo duro por estar cerca del Parlamento porque no hay forma de que un presidente pueda trabajar sin diputados, sin senadores", dijo Moise a Associated Press en su primera entrevista con una agencia internacional de noticias desde que las autoridades electorales publicaron los resultados preliminares de las elecciones del 20 de noviembre, que apuntaban a una victoria abrumadora de Moise.
En unas elecciones presidenciales celebradas en octubre de 2015, Moise terminó primero entre 54 candidatos en la primera ronda, después de que la televisión y la radio haitiana se vieran inundadas durante semanas con anuncios del candidato, respaldado por el gobierno. Es un empresario del norte de Haití y nunca había optado a un cargo electo hasta que fue elegido personalmente por el presidente saliente, Michel Martelly, para ser el candidato del partido Tet Kale.
Sus rivales se apresuraron a denunciar supuestos fraudes del consejo electoral haitiano y la plataforma de Martelly. Grupos de derechos, observadores locales y otros hicieron acusaciones similares. Los resultados en disputa se anularon tras una revisión de una comisión haitiana especial.
Algunos críticos siguen viendo con recelo su ascenso al poder y sugieren que Martelly utiliza al candidato como hombre de paja. Moise rechazó las críticas entre risas, señalando que se debe principalmente al esnobismo de la élite política en la capital.
"En Haití, cuando vienes del campo, la gente aquí en Puerto Príncipe cree que lo sabe todo. Pero eso no es cierto, y yo soy el ejemplo. En el campo también hay gente buena, con conocimiento, con visión, con capacidad", explicó en una entrevista en su oficina de campaña.
El empresario, de 48 años y padre de tres hijos, señaló que Martelly será un asesor cuando sea presidente y que quiere estudiar los éxitos y errores de su predecesor. Otros presidentes anteriores servirán también como asesores, señaló.
fuente:listindiario.com
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