viernes, 2 de diciembre de 2016

En la piel de la locura: El nuevo psiquiátrico humaniza la atención a pacientes en salud mental

Un médico capaz de desdoblarse para ser actor. Un silencio sepulcral al mediodía. Una profesional que se sube a la cola de una motocicleta para satisfacer un anhelo.  Una paciente que se enorgullece de cantar para la gloria de Dios. Una bebita con aires de grandeza. Una presencia amenazante y tres días después una sonrisa angelical.
Son solo parte de las experiencias vividas durante una semana junto al fotorreportero Jorge Cruz en el Centro de Rehabilitación Psicosocial (CRPS), ubicado en el kilómetro 28 de la autopista Duarte, donde funcionaba el antiguo hospital Psiquiátrico.
Las paredes de la recepción del CRPS enfatizan en la naturaleza y están decoradas con girasoles, flores, cocoteros y un tucán pintados por los propios pacientes, a quienes ahora el personal llama usuarios.
“Contamos con la pintora Maritza Álvarez martes y jueves. Es una persona magnánima en gran escala”, dice Lucía Tellerías, una paciente que se enorgullece de haber pintado el tucán que adorna una de las paredes porque asegura que allí “uno pinta lo que quiere, teoría ninguna”.
El centro ocupa un espacio de 47,950.22 metros cuadrados, de los cuales 7,885.55 corresponden a construcción. A dos cuadras está el hospital general Rodolfo de la Cruz Lora, justo al frente el centro de atención primaria Pedro Brand a medio construir y a unos 50 metros el parque recreativo “La Folie”, manejado por el Ministerio de Medio Ambiente.
Cuenta con cinco módulos, tres residenciales pintados de los colores verde (para mujeres), naranja (para hombres) y amarillo (mixto, todavía en construcción). Otro  se usa para talleres de Rehabilitación Psicosocial, de color azul; un módulo administrativo, color crema, y tres áreas verdes de recreación y esparcimiento. Cada módulo tiene un comedor.
Los módulos y parques han sido nombrados con los nombres de Alejandro Acevedo,  Máximo Beras Goico, Fernando Sánchez Martínez, José Mieses Michel  y Rosa María Chahín Tuma, todos psiquiatras.
Los parques y áreas recreativas también han sido bautizados con los nombres de los psiquiatras Apolinar de los Santos, Antonio Zaglul  y un tercero llamado Parque de la Alegría de Teresa, en honor a  Teresa Castillo, enfermera del módulo de mujeres ya fallecida, quien dispensó un trato humanizado y lleno de respeto a los pacientes de salud mental.
Un equipo de jardineros comienza la labor de acondicionamiento de los parques a las 6:00 de la mañana y dos horas después ya tienen libre de desperdicios toda el área verde del centro.
Las habitaciones, numeradas y con los nombres de sus ocupantes en la puerta, fueron levantadas de forma tal que se asemejen lo más posible a un hogar y cuentan con dos camas cada una, armario, baño, sillón y galería con vista a los parques. El CRPS posee también salón de belleza y peluquería, una moderna cocina y gazebo para actividades recreativas.
En el Centro están internos actualmente 77 pacientes, 41 hombres y 36 mujeres, aunque tiene capacidad para 120. La mayoría padece principalmente esquizofrenia, trastornos del estado de ánimo, bipolaridad, deterioro cognitivo, trastorno psicótico y alzheimer.
fuente:listindiario.com

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