NUEVA YORK._ Jeremy Rivera, un niño de origen boricua y 5 años de edad, está grave en un hospital de Brooklyn, después que un enfurecido perro Pit Bull, le destrozó la cara la noche del viernes en su casa de Brooklyn.
En la casa, hay varios canes de esa misma raza.
El niño, estaba la casa situada en la avenida en Riverdale en el vecindario East New York, cuando fue atacado a eso de las 6:45 de la tarde, dijeron los investigadores.
"Hice lo mejor que pude para ayudar a ese bebé. Corrí allí. Fue tan horrible. Vi al niño acostado en el suelo, en un charco de sangre y sus carnes desgarradas, dijo el vecino de la familia Lloyd McCammon.
"Toda su cara izquierda había desaparecido. No podía respirar. Presioné su cara con una pero no quedaba nada, narró el vecino.
El niño vive en el primer piso con su padre, Joel Rivera, la madre, dos hermanos y una hermana.
Después del ataque, el padre de Jeremy, salió corriendo de la casa y gritando "¡Oh Dios!", dijeron testigos.
Y después corrió en busca de ayuda médica, pero se desplomó en la calle.
Los vecinos dijeron que el padre del muchacho lo había llevado a dar un paseo con los perros dos días antes del ataque.
"Le dije que tuviera cuidado con esos perros", explicó el señor McCammon, que vive al otro lado de la calle.
Otro vecino dijo que no sabía que los pit bulls eran tan violentos.
Otro vecino dijo que nunca había visto a los perros, saltar sobre nadie.
El niño es muy querido en su cuadra, porque siempre mantiene una sonrisa, dijeron conocidos de la familia.
"Es triste. He conocido a Jeremy desde que estaba en pañales", dijo el vecino.
fuente:elnuevodiario.com.do
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