CARACAS, Venezuela.- Este sábado,Caracas vivía nuevamente una tensa calma. Muchas calles amanecieron bloqueadas, especialmente en el este de la ciudad, donde los opositores levantaron barricadas con escombros, ramas de árboles y basura en rechazo a la Asamblea Constituyente convocada por el presidente Nicolas Maduro para este domingo.
Además de las protestas, las compras nerviosas en establecimientos semivacíos y las largas filas en mercados y panaderías marcaban también la víspera de la elección en respuesta a la incertidumbre.
Trabajadores estales denunciaron haber recibido llamadas telefónicas, presión de sus jefes y amenazas de despido para asegurarse de que voten el domingo. Eso tampoco es de extrañar.
Los sondeos muestran un rechazo del 70 por ciento a la Constituyente, y el gobierno de Maduro quiere evitar una participación vergonzosamente baja en los comicios boicoteados por la oposición.
Es difícil estimar cuántos de los 2,8 millones de trabajadores estatales votarán, pero muchos probablemente lo harán, ya sea por lealtad o por temor.
fuente:almomento.net
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