La enfermedad renal crónica (ERC) se define como la disminución de la función de los riñones con un filtrado glomerular por debajo del 60%. Las dos principales causas que podrían provocar este mal en la población son la hipertensión arterial y diabetes. Cualquier persona que tenga una función renal por debajo de este porciento es propensa a tener la enfermedad, explica Fabián Ortiz-Herbener, doctor y presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Nefrología.
Este mal es asintomático hasta estar muy avanzado.
Tiene cinco etapas. En las dos primeras los niveles están por encima del 60%, mientras que las demás se encuentran por debajo del porcentaje, este número es la barrera. El tratamiento nefrológico comienza a partir de estas últimas etapas.
Algunos de los síntomas en las últimas son mareos, náuseas, vómitos, hinchazón de las piernas, mal sabor en la boca y picazón en el cuerpo.
Estas señales el paciente podría tomarlas de forma aislada o confundirlas con otros males.
LOS RIÑONES y su relación con otros órganos
Entre los objetivos marcados dentro de la enfermedad renal crónica está evitar a toda costa que el paciente tenga que pasar por diálisis, porque esto le asegura más y mejor calidad de vida.
Entre los objetivos marcados dentro de la enfermedad renal crónica está evitar a toda costa que el paciente tenga que pasar por diálisis, porque esto le asegura más y mejor calidad de vida.
Así lo entiende Fabián Ortiz- Herbener doctor y presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Nefrología, quien resalta que la enfermedad renal crónica (ERC) normalmente se asocia con problemas cardiovasculares.
Es decir, problemas en corazón, cerebro, ojos y arterias. Todo paciente que sufra de los riñones puede llegar a tener problemas en estos niveles, pero de forma asociativa.
“Quien padece de males renales suele tener problemas de tipo cardiovascular, y se debe tomar en cuenta el tratamiento en estos otros factores de riesgo”, dice.
fuente:listindiario.com
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