Más del 50 por ciento de los medicamentos que se consumen en el país no es prescrito por un médico, sino que es el resultado de la automedicación o de sugerencias de parte de un amigo, de un vecino, de un familiar o del dependiente de una farmacia, lo que expone al paciente a peligros en su salud.
Al problema de la automedicación, se suman otros, como es el caso de la suspensión de los tratamientos antes de concluirlos; el cambio de un medicamento por otro asumiendo que hace el mismo efecto; el uso discrecional del médico para indicar una medicina que a veces no tiene el aval científico necesario para determinada enfermedad, y el hecho de que el sistema de salud no ofrece al médico mecanismos para registrar y notificar los efectos secundarios de los medicamentos.
Esos temas figuran entre los grandes retos que debe enfrentar el sistema dominicano de salud y formó parte de los aspectos que empezaron a discutirse ayer en el Encuentro Nacional de Promoción del Uso Racional de Medicamentos en el Sistema Público de Salud, que reúne durante dos días a autoridades y técnicos en el área, que busca diseñar herramientas y crear una cultura en ese sentido.
fuente:listindiario.com
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