El alcalde de Ecatepec (Estado de México) muestra orgulloso una imponente pintura que corona su despacho: "Es Morelos, muchos no lo saben, pero aquí cerca fue fusilado. También tenemos parques, aunque no tantos como nos gustaría [...] Mire, ahora vamos a inaugurar un polideportivo extraordinario", insiste Indalecio Ríos, presidente municipal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Pero cuando uno piensa en Ecatepec, lo último que le viene a la mente son los espacios culturales y las áreas verdes. A media hora en coche de la capital, un canal de aguas negras divide la vida de la muerte. Su olor a podrido da la bienvenida a una localidad donde el 93,6% de sus habitantes se siente inseguro, según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística. A cinco kilómetros de las oficinas del alcalde, una joven de 18 años apareció destripada en una carnicería esta semana. Y con este último feminicidio, el rosario de mujeres asesinadas se le está acumulando. Ecatepec vuelve a temblar.
El asesinato de Mariana ha despertado los peores demonios de una localidad que en los últimos años recordado a la época más oscura de Ciudad Juárez. La crueldad y la saña con la que fue asesinada, el hecho de que fuera a plena luz del día, cerca de su casa, por un vecino, ha aumentado la indignación y el miedo en la zona.
fuente:elpais.com
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