Ni bien entraron, tuvieron sexo en la escalera. Una vez que terminaron, la dejó ir. Angustiada, la niña regresó a su casa y les contó a sus padres lo que había ocurrido. Inmediatamente, hicieron la denuncia policial. Un hombre había violado a su hija.
Esta semana, cinco meses después, los fiscales a cargo de la causa desistieron de la acusación contra el hombre. Dijeron que no había evidencias de que hubiera sido violento o la hubiera amenazado de alguna manera.
Eso significaría que hubo consentimiento y que, en los términos de la ley francesa, no pudo haber violación. El acusado sí irá a juicio por abuso de menores, cargo mucho más benigno, que ostenta una pena máxima de cinco años de cárcel.
La abogada de la familia repudió la decisión de los fiscales. En primer lugar, argumentó que el abusador la amenazó con arruinar su reputación si le decía a alguien lo que había hecho. Por otro lado, afirmó que nunca podría haber un consentimiento real de una niña de 11 años para tener sexo con un adulto. Someterse no significa consentir.
fuente:infobae.com
0 comentarios:
Publicar un comentario