El índice creciente de sobrepeso y obesidad es un desafío para las autoridades, la sociedad y la familia, pero el país aún está a tiempo de revertirlo, con políticas nutricionales asequibles a la población general y estableciendo la educación nutricional en el nivel inicial de escolaridad, que es donde se pueden cambiar hábitos.
Así lo asegura el endocrinólogo-nutricionista Félix Escaño, presidente de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obesidad, que afilia a 19 países, quien advierte que si no se trabaja en la educación y en programas que garanticen alimentos saludables a costos asequibles, esos índices continuarán elevándose creando serios problemas a las familias y al sistema de salud.
Dijo que una vez exista el sobrepeso, se pueden hacer los cambios si hay una buena empatía médico-paciente y con normas generales sobre la división del plato, donde la mitad debe ser de los vegetales que se tengan a mano; un cuarto del plato de proteínas (carnes o pescados) y la otra cuarta parte de granos, cereales o víveres.
Entiende que el país tiene recursos suficientes para eso incluyendo 300 especialistas en nutrición que están subutilizados, y que podría iniciar con colocarlos en cada una de las escuelas, vigilando las raciones que se sirvan a los niños, para que éstas no sean antojadizas de quien las sirve, “ya que, por vínculos familiares o de amistad, le da a uno de los estudiantes dos cucharones de arroz en vez de uno, o dos muslos de pollo, cuando lo correcto es uno”, señaló Escaño a modo de ejemplo.
fuente:listindiario.com
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