Una telaraña de complejidades se ha tejido alrededor de la auditoría hecha a la nómina del personal docente de las escuelas públicas que ha ido desvelando un entramado de prácticas corruptas y un negocio financiero de gran envergadura.
Desde profesores que cobraban sin impartir siquiera una hora de clases, pasando por los traslados irregulares de personal en los distritos escolares en todo el país hasta la operatividad financiera de seis instituciones, incluyendo la Cooperativa de Servicios Múltiples de los Maestros (COOPNAMA) y los millonarios recursos que recibe la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), son parte de los hilos de la red que envuelve a todo el sistema educativo público.
Al principio, la caja de pandora se destapó cuando hace tres meses más de cinco mil profesores no pudieron cobrar sus sueldos porque sus cuentas fueron bloqueadas en el Banco de Reservas, por orden del Ministerio de Educación. Esta decisión, calificada de abusiva y desproporcional por la ADP, puso al descubierto falencias administrativas que se mantenían durante años en todo el sistema y que ninguna gestión había sido capaz de hacerle frente.
Los distritos escolares, entes administrativos del Ministerio en las jurisdicciones educativas en los que está dividido el universo escolar, operaban cuasi autónomos y hacían movimiento de personal de una escuela a otra, muchas veces en coordinación con ADP, por conveniencias particulares y sin ningún tipo de transparencia, dijo una fuente a Listín Diario.
fuente:listindiario.com
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