En la actualidad, el teléfono celular se ha convertido en una herramienta básica para realizar las tareas cotidianas de la escuela, el empleo o del hogar. Sin embargo, esta dependencia se ha convertido poco a poco en una adicción con no muy buenas expectativas.
Gracias a las implementaciones tecnológicas con las que estos dispositivos cuentan, los hábitos de consumo obligan a los usuarios a depender cada vez más de su utilización, y los ejemplos de estas acciones se pueden apreciar a cada momento, en las calles, en los carros, en los restaurantes, en realidad en cualquier parte.
En general, una persona mantiene contacto con su teléfono celular aproximadamente 47 veces por día, donde un 89% de los consumidores miró sus teléfonos una hora después de despertar, y el 81% estuvo con su teléfono una hora antes de dormir.
Ante esta situación, parecen existir reacciones de algunas personas que buscan de alguna manera reducir el uso de esta tecnología, en pocas palabras, ser menos dependientes.
A través de la Encuesta Global al Consumidor Móvil, casi el 50% de las personas sondeadas afirmaron que buscan reducir o limitar el uso de su teléfono. Este estudio se basó en las respuestas de más de 51,000 personas entre las edades de 18 y 75 años, en 32 países. En Estados Unidos se encuestó a 2,000 personas.
fuente:eldiariony.com
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