
El descubrimiento se ha llevado a cabo gracias a la tecnología de la NASA y su telescopio Kepler, junto a inteligencia artificial proporcionada en colaboración con el gigante tecnológico Google.
El hallazgo se ha producido de la mano de los investigadores Christopher Shallue y Andrew Vanderburg, quienes entrenaron a un ordenador con inteligencia artificial para aprender cómo identificar exoplanetas en las lecturas de luz registradas por Kepler: un minúsculo cambio en el brillo capturado cuando un planeta pasaba o transitaba frente a una estrella.
Inspirada por la forma en que las neuronas se conectan en el cerebro humano, esta "red neuronal" artificial identificó a través de los datos de Kepler las señales de tránsito débiles de un octavo planeta que orbita alrededor de Kepler-90, en la constelación de Draco.
Cerca de un 30 por ciento más grande que la Tierra, el Kepler-90i, como se ha denominado a este octavo planeta, está tan cerca de su estrella que su temperatura superficial promedio se cree que excede los 425 grados centígrados, similar a Mercurio.
fuente:listindiario.com
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