En 1899, el compositor Jean Sibelius creó el poema sinfónico Finlandia, opus 26, como un acto de rebelión patriótica: levantar a su pueblo contra la invasión del Imperio Ruso y la censura zarista sin más balas que las notas disparadas desde el pentagrama.
Y la historia se repetiría…
El 30 de noviembre de 1939, en una trinchera casi cubierta por la nieve y oculto detrás de unos anémicos arbustos, un granjero y ahora soldado –pequeño, apenas 1,52–, se viste íntegramente de blanco, capucha incluida, y apresta sus dos fusiles: el Mosin Nagant M28 y el Suomi KP–de 1931.
Su nombre: Simo Häyhä. Su patria: Finlandia. Su apodo, por su atuendo y su nevado escenario de lucha: El fantasma. Su oficio: francotirador de èlite.
Pero retrocedamos en el tiempo. Simo nació en el pequeño pueblo de Rautjärvi el 17 de diciembre de 1905, segundo de los ocho hijos de la familia.
Aceptable alumno de Gramática, ni siquiera pudo soñar con la universidad: su planeta y el de su familia era la tierra. La granja…, a la que el destino instaló muy cerca de la frontera rusa.
fuente:infobae.com
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