lunes, 22 de enero de 2018

CAMINO A COOPERSTOWN... El posible inmortal a quien pocos querían firmar

El reto de continuar los pasos de sus dos hermanos mayores bien pudo nunca materializarse para Vladimir Guerrero.
Así como su niñez estuvo marcada por diversos obstáculos, producto de la pobreza en que se desarrolló su familia, su añorada firma para el profesionalismo atravesó por una serie de trastornos y vicisitudes que solo la voluntad y perseverancia hicieron posible que la misma finalmente pudiera materializarse.
Primero, arribó lesionado del brazo al programa de béisbol de Víctor Franco en esta demarcación, con más inclinación a formarse como lanzador que en cualquier otra posición, más adelante requirió de una estadía de siete largos meses en el complejo de los Dodgers, franquicia que lo prefería,  pero como receptor, otro buen tiempo con los Yankees, equipo que veía su mejor talento siendo un pitcher, además de unos Expos de Montreal, cuyo jefe de scouts no se definía y mucho menos quería elevar su monto inicial del bono (1,500 dólares). Mientras que Texas ni siquiera se vio motivado a observarlo.
Estos hechos tenían a la familia Guerrero y al propio Franco más que angustiados y perdiendo las esperanzas de que el joven Misquea diera continuidad a los contratos ya alcanzados por sus parientes Eliezer y Wilton.
Hoy, 25 años después y exhibiendo un 95 por ciento de unas boletas que en 48 horas estarán culminadas, Vladimir, humilde como siempre expresa que no tendría inconvenientes de ingresar a Cooperstown con una gorra con dos representaciones, la de los Angelinos de Anaheim, equipo con el que permaneció seis temporadas y claro está la de Montreal, franquicia que desapareció en el 2004.
fuente:listindiario.com

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