El reconocido dermatólogo Francisco Pérez Atamoros, introductor de la toxina botulínica en América Latina, alertó sobre los riesgos que implica el proceso de extraer y reinyectar plaquetas o plasma rico en plaquetas a un individuo como tratamiento para rejuvenecer, lo cual, señala, puede incluso ocasionarle la muerte.
Señaló que aunque parece un procedimiento fantástico, increíble y novedoso para rejuvenecer 20 años, su eficacia es muy cuestionada, especialmente por el hecho de que nadie, hasta el momento, ha podido estandarizar un procedimiento científico que le resulte útil a cada paciente individual.
El experto de reconocimiento mundial se encuentra en República Dominicana impartiendo el taller “Avances en rejuvenecimiento facial no quirúrgico” y su primer encuentro con los medios de comunicación lo realizó en el centro dermatológico Medláser, que preside la doctora Elena Fernández Núñez.
En dicho centro, el especialista trató con avanzadas técnicas de rejuvenecimiento a varios pacientes de Medláser cuyo seguimiento estará a cargo de Fernández Núñez.
El experto explicó que el proceso de extraer y reinyectar plaquetas o plasma rico en plaquetas es un procedimiento muy delicado porque involucra el manejo de sangre.
“Las plaquetas son centrifugadas, sometidas a procesamiento con sustancias y luego reinyectadas. En México, está prohibido hacerlo en un consultorio. Se necesita un permiso de banco de sangre y un hematólogo de planta, porque la sangre puede ser infectada con bacterias y dañar al paciente”, resaltó.
Asimismo, afirmó que todavía se encuentran a nivel teórico, los beneficios de la inyección de fibroblastos para el rejuvenecimiento de seres humanos, aunque su aprovechamiento futuro ha sido aprobado por la Food and Drug Administration, la Comunidad Económica Europea y Brasil.
fuente:listindiario.com
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