Un taxi a medianoche a la embajada de Estados Unidos. Un vuelo de emergencia a casa. Una nueva vida en Nueva York. Así se resume el desenlace de la historia del exmusulmán Mahad Olad.
Olad estaba en una habitación de hotel en Nairobi, la capital de Kenia, mirando a su madre. Ella sostenía en sus manos dos artículos de un periódico estudiantil de Nueva York.
En el primer artículo, Olad, que entonces tenía 19 años, había escrito que era ateo.
En el segundo, que era gay.
Su madre, una musulmana somalí, no podía tolerarlo. Por eso, le dijo que lo iba a enviar a donde los líderes tribales.
Estos lo reformarían, lo reintegrarían en la comunidad, lo convertirían en musulmán y lo volveríanheterosexual, le dijo.
Pero Olad ya había leído sobre la conversión gay en África, sobre las largas lecciones religiosas yel abuso, y no quería ser partícipe de ello.
Estaba feliz de ser gay. Estaba feliz de ser exmusulmán.
Sin embargo, asintió con la cabeza, sonrió y le dijo a su madre que haría lo que ella dijera.
Luego, después de que ella saliera de la habitación, Olad hizo una llamada telefónica.
Y cuando una puerta se cerró, otra se abrió.
Un viaje duro
Ex-Musulmanes de Estados Unidos (Ex-MNA, por sus siglas en inglés) es una organización que trabaja con personas que abandonan el islam. Su lema es: “Visualizamos un mundo donde cada persona es libre de seguir su conciencia”.
fuente:eldiariony.com
0 comentarios:
Publicar un comentario