viernes, 2 de febrero de 2018

FEBRERO, 45 años de Caracoles: Duelo total cubrió a Ocoa por muerte de Caamaño

La noche del 15 de febrero de 1973 Mario Nelson Galán Durán avanzaba en dirección este-oeste como punta de vanguardia y cuando su silueta fue avistada por soldados de la primera brigada del Ejército Nacional que habían sido desplegados desde la mañana de ese día a lo largo de la carretera Ocoa-Constanza, una ametralladora M-60 comenzó a vomitar fuego interminable sin que lograra alcanzar el debilitado cuerpo de aquel atlético hombre mal alimentado en la última semana, pero atento a sus responsabilidades militares al servicio del pueblo que quería defender.
Adherido al suelo en penetrante frío, el tercero al mando de la guerrilla escuchó inmóvil aquel chorreo de balas y luces importunar la noche que aun no llegaba a las 10:00.
Detrás de Galán Durán iba el propio Caamaño, quien cuerpo en tierra evaluaba la magnitud de los efectos de aquel ataque sorpresivo.
El jefe guerrillero retrocedió convencido de que Galán Durán estaría herido y por ello ordenó a personal de su escuadra que acudiera –ley inviolable de la guerrilla- a rescatarlo.
En el esfuerzo de rescatar a Galán Durán se descubre la posición exacta de la emboscada parte de tres guerrilleros que contraatacan con tanto éxito que silencian a los portadores de la M-60 con fuego de fusiles y granadas, provocando un pánico total y un aullido de auxilio escuchado a viva voz por los atacantes.
El desconcierto o el desperfecto de uno de los fusiles guerrilleros libra a esa pequeña tropa regular de un desastre y enterado Caamaño de la situación operativa ordena salir al saber que no hay ningún guerrillero siquiera lesionado y en los emboscados hay gritos desesperados para que los evacuen porque hay muchos heridos.
Conociendo a Balaguer como el mismo se definió: “Un político de los pies a la cabeza”, no me cabe la duda de que enterado de la captura de Caamaño con una herida leve en una pierna, ese zorro de la política iba a intentar sacar algún provecho político con aquel prisionero de tanta importancia.
Si Balaguer lo vio, si le hizo o le mandó a hacer alguna propuesta para que salvara su vida a cambio de algún favor político, es importante para la historia porque da una dimensión de la grandeza de este modelo de soldado latinoamericano que con toda seguridad se negaría.
Al atardecer de ese día comenzó a correr la noticia de que Caamaño había muerto en combate en las lomas y en poco tiempo todo el mundo lo sabía en Ocoa, pero muy pocos, por no decir nadie, la aceptaban como válida.
FUENTE:acento.com

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