Durante los últimos ocho meses, un niño de 13 años vivió como si fueran los últimos días de su vida.
El adolescente tenía un cáncer cerebral terminal e iba a morir. Eso es lo que le dijeron sus padres.
Pero resulta que su diagnóstico fue una gran mentira, una mentira que pronto pondría a sus padres tras las rejas.
De acuerdo con la Policía del condado de Okaloosa, en el norte de Florida, Ginny Irovando Long, de 34 años, y Robert Edward Long, de 47, le contaron a su hijo adolescente una historia falsa que usaron para recaudar un montón de dinero en efectivo. ¿La meta? Enternecer los corazones de las personas para que donaran dinero a la familia.
fuente:elnuevoherald.com
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