BOGOTA, COLOMBIA
En la pequeña y pacífica Costa Rica, que respeta su reputación de país turístico relajado, el ascenso político de un predicador evangélico conservador ha tomado a muchos por sorpresa.
El domingo, Fabricio Alvarado Muñoz —quien dice que impugnará los derechos de las parejas del mismo sexo, estudia retirar el país de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y hacer cumplir las estrictas leyes contra el aborto de Costa Rica— espera ganar las elecciones presidenciales.
Su popularidad es parte de una ola cada vez mayor de poder político evangélico en América Latina, una fuerza que está convirtiendo a Centroamérica una de las regiones más conservadoras de las Américas.
“El mensaje conservador de los evangélicos sobre los derechos reproductivos y el matrimonio se populariza”, dijo Javier Corrales, profesor de Ciencias Políticas del Amherst College. “Las banderas de los evangélicos, como su discurso homofóbico y contra el aborto, no es tan extremo para los electores en Costa Rica y otros países”, agregó.
fuente:elnuevoherald.com







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