SANTO DOMINGO. “Empecé a salir con hombres que iban al negocio donde trabajaba mi mamá a los 11 años. Yo iba a ayudarle a limpiar y los hombres que iban a tomar cerveza me daban regalos, dulces, maní, helado y me decían cosas. A veces me daban ropa y dinero que le pasaba a mi mamá para ayudarle. Había un señor mayor, casado, que le daba dinero a mi familia. Mi mamá quería que estuviera con ese señor, porque tenía buena posición y me iba a sacar de pobre. Un día me llevó a Barahona y me compró helado y unos pantalones, ese día me agarró por la fuerza y abusó de mí. Al final, me dio mucho dinero. Me dolió, me hizo llorar, yo no lo quería. Era chiquita, no me había desarrollado y no sabía nada de la vida. Yo no quería estar con ese señor, era mi mamá la que quería que yo estuviera con él”.
Esa es la historia de Juana, una niña de 11 años, víctima de abuso sexual, cuyo caso forma parte del 50.9 % de jóvenes de entre 13 y 20 años de la región de Enriquillo que han tenido relaciones sexuales alguna vez en su vida.
Las cifras las recogen un estudio realizado por Plan Internacional y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el que revela que de ese porcentaje el 26 % admitió haber tenido sexo con una persona de diez o más años de diferencia. Indica que un 11 % admite haberlo hecho al menos una vez a cambio de dinero o regalos.
El estudio denominado “Invisible bajo el sol: Una mirada a la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en la región Enriquillo”, dado a conocer ayer se realizó en las provincias Barahona, Pedernales, Bahoruco e Independencia con una muestra aleatoria de 729 jóvenes.
FUENTE:diariolibre-com.do
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