Un delincuente sexual suele tener comportamientos poco habituales para seducir a sus víctimas. Desde lo más perverso hasta lo más engañoso.
Los agresores de un menor de 14 años que caminaba a casa de un amigo en un vecindario de Fort Lauderdale, al norte de Miami, en agosto pasado, pensaron que tenían el anzuelo perfecto para cautivarlo.
Se vistieron de travestis, para hacerle creer que eran mujeres, según la Policía de Fort Lauderdale.
Pero, si bien llevaban puestas pelucas rizadas y estaban maquillados, el adolescente se percató de que algo en ellos no encajaba con el género opuesto.
Era su voz.
La víctima "describió que supo que los sospechosos eran hombres porque cuando hablaron, sonaban como hombres", señala el acta de arresto.
Consciente de que algo malo devendría, el adolescente corrió. Pero no fue lo suficientemente rápido.
Los sujetos, armados con una pistola y un cuchillo, lo alcanzaron. Le pegaron en la cabeza, ataron sus muñecas y lo arrastraron hasta la parte trasera de una casa abandonada, donde uno lo forzó a que le hiciera sexo oral, mientras el otro observaba, informaron las autoridades.
fuente:elnuevoherald.com
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