El Miércoles Santo de Jesucristo, lo recordamos con frecuencia, queda marcado por un ambiente de maquinación, de traición, de mentira, de intrigas.
El Miércoles Santo de Jesús, tampoco lo podemos nosotros separar de nuestras realidades, parece como si lo estuviéramos repitiendo.
Ese Miércoles Santo de Jesús, había mucha corrupción, y donde hay corrupción, también hay muchas mentiras. Nosotros podemos traer ese miércoles de ayer al miércoles de hoy y examinarnos nosotros a la luz de ellos. Cuántas intrigas existen, cuántas personas que quieren cortarle el palo con un serrucho al otro, quieren sacarlo de circulación, y lo eliminan, pero al fin y al cabo, siempre salen perdiendo.
Aquellos que maquinaron contra Jesucristo, son históricamente perdedores, y ese Miércoles Santo en que ellos intrigaban y maquinaban, se volvió en contra de ellos. También hoy, todos los que actúan de la misma manera, terminan perdiendo, y aquellos que son aplastados, aparentemente aplastados por las intrigas, las maquinaciones y las mentiras, son los perdedores.
El Miércoles Santo, hizo de Jesús también un triunfador frente a las tinieblas de la maquinación y la intriga.
Hasta mañana, si Dios, Usted y yo lo queremos.
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fuente:listindiario.com
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