CANCÚN, México. El pasado 8 de diciembre la prestigiosa Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN por sus siglas en inglés) develó la más reciente versión de la Lista Roja de especies en peligro de extinción, la cual es actualizada cada dos años.
Aunque se considera que no es una lista exhaustiva para cada país, es por lo menos una lista indicativa elaborada por expertos de los distintos grupos de animales y plantas del mundo. Los criterios para ingresar a la lista son estrictos, y requieren de una detallada documentación de las poblaciones o distribución de las especies.
La actualización de la Lista Roja también incluye las primeras evaluaciones de plantas silvestres de avena, cebada, mango y otras plantas silvestres relativas. Estas especies son cada vez más críticas para la seguridad alimentaria, ya que su diversidad genética puede ayudar a mejorar la resistencia de los cultivos a las enfermedades, la sequía y la salinidad.
Esta lista es importante, pues ayuda a orientar esfuerzos y prioridades de conservación. Así, por ejemplo, la ballena jorobada pasó de estar amenazada de extinción en 1986, a ser considerada fuera de peligro y sacada de la lista. Esto se logró gracias a una serie de medidas, especialmente detener su cacería.
“Muchas especies se están escapando antes de que podamos describirlas”, dice el director general de la UICN, Inger Andersen. “Esta actualización de la Lista Roja de la UICN muestra que la escala de la crisis global de extinción puede ser incluso mayor de lo que pensábamos”, agrega.
“Muchas especies se están escapando antes de que podamos describirlas”, dice el director general de la UICN, Inger Andersen. “Esta actualización de la Lista Roja de la UICN muestra que la escala de la crisis global de extinción puede ser incluso mayor de lo que pensábamos”.
Existen otros casos de “mejoría”, por ejemplo, el manatí americano, que pasó de la categoría de amenazado a sólo vulnerable en esta última versión.
Sin embargo, la mayoría de las especies que entran no salen de la lista en los años que transcurridos desde que se compila (1986).
Para la República Dominicana, la nueva lista incluye algunos cambios para sus especies. Uno de estos en el ingreso del Chirrí de Bahoruco (ave paserina o “cigua”) que solo se encuentra en la Sierra de Bahoruco y su continuación en Haití, el Massif de la Selle.
Para la República Dominicana, la nueva lista incluye algunos cambios para sus especies. Uno de estos en el ingreso del Chirrí de Bahoruco (ave paserina o “cigua”) que solo se encuentra en la Sierra de Bahoruco y su continuación en Haití, el Massif de la Selle.
Esta ave estuvo anteriormente agrupada con la especie de Chirrí de la Cordillera Central, pero en años recientes, los expertos han determinado que son dos especies distintas, ambas endémicas de la isla. El criterio para incluir al Chirrí de Bahoruco fue su pequeña área de distribución y población.
fuente:diariolibre.com
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