miércoles, 10 de mayo de 2017

El caso de Juan Comprés evidenció la fragilidad de sistema de enjuiciamiento

SANTO DOMINGO. El apresamiento y sometimiento a la justicia del dirigente del movimiento popular “Los Peregrinos de Moca”
, Juan Comprés (Guanchy), por presunta posesión de droga y la libertad pura y simple dictada en su favor por un juez de ese distrito judicial, evidenció lo débil y permeable que es el sistema de enjuiciamiento penal en el país.
Así lo consideran varios juristas abordados por Diario Libre sobre qué puso en evidencia la orden de libertad y extinción de la acción penal emitida por el juez de la Oficina de Atención Permanente, Anderson Cuevas, debido a la mala actuación de la Policía Nacional y el Ministerio Público.
Dos hechos: la suspensión de los agentes policiales que apresaron y golpearon al dirigente de “Los Peregrinos” en una calle de Moca, provincia Espaillat y la orden dada por el Procurador General de la República a los fiscales de dicha demarcación para que no pidieran prisión preventiva como medida de coerción, como habían anunciado previamente, dejaron entrever que los llamados a hacer cumplir la ley, no actuaron apegados al “debido proceso”.
El magistrado Cuevas jugó su rol como “escudo protector entre el formidable poder del aparato estatal y el individuo disminuido que resiste ese formidable poder”, al anular la actuación de la Policía y el Ministerio Público, expresó el abogado Félix Damián Olivares.
Agregó que la importancia de la decisión radica en el efecto disuasivo que tiene sobre las prácticas ilícitas policiales y fiscales en la investigación.
“Resulta penoso lo fácil que puede ser manipular el fundamento probatorio de una imputación. La pregunta sería: ¿Cuántas personas que no tienen la dicha de gozar del respaldo de una comunidad, habrán pasado por lo mismo?”, cuestionó Manuel Fermín Cabral.
fuente:diariolibre.com.do

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