Este estudio es uno de los trabajos dados a conocer hoy en la reunión de la
Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO).
En él se comparan dos tipos de tratamiento: la combinación de las moléculas
"olaparib" y "cediranib", y la primera en solitario, en
mujeres con cáncer de ovario (bien con mutaciones en el gen BRCA o bien
sensibles a la quimioterapia con platinos).
Según los resultados, las mujeres que recibieron la combinación de los dos
fármacos lograron mantener la enfermedad parada durante 17,7 meses, frente a
los 9 meses de las que solo tomaron "olaparib".
Además, las tasas de reducción del tumor fueron marcadamente más altas en el
grupo que combinó los dos medicamentos, un 80 % más, frente al 48 % en el grupo
que solo tomó "olaparib".
Cinco pacientes en el grupo de combinación y dos pacientes en el grupo de solo
"olaparib" tuvieron una remisión completa del tumor.
Se trata de la primera vez que se explora la combinación de dos fármacos en
cáncer de ovario (un inhibidor de la enzima PARP que contribuye a destruir las
células tumorales -"olaparib"- y un antiangiogénico que bloquea el
crecimiento de los vasos sanguíneos que el tumor necesita para seguir
creciendo: "cediranib").
El estudio se encuentra en fase II, donde se prueba la eficacia del tratamiento
en un número reducido de pacientes -en este caso 90-, por lo que para datos más
concluyentes hay que esperar (los ensayos clínicos incluyen cuatro fases).
No obstante, la investigadora principal, Joyce Liu, del Dana-Farber de Boston,
dijo en rueda de prensa que "la significativa actividad vista en la
combinación de las dos moléculas sugiere que podría ser una alternativa eficaz
a la quimioterapia".
Liu destacó también que esta propuesta aún no es viable para la práctica
clínica pues ninguno de estos dos medicamentos -de AstraZenaca- están aprobados
por la FDA, la agencia estadounidense del medicamento.
"Necesitamos ensayos adicionales que confirmen lo que hemos encontrado en
este estudio", subrayó la doctora.
En cuanto a los efectos secundarios, determinados se produjeron con más
frecuencia -presión arterial alta, fatiga y diarrea- en el grupo que combinó
los dos fármacos, aunque fueron "generalmente controlables".
Hasta el 80 % de las mujeres con estos cánceres sufren una recaída después de
la quimioterapia.
Cuando el cáncer reaparece, es más difícil de tratar, debido a que se extiende
a pelvis, abdomen o incluso pulmones.
El tratamiento estándar actual para el cáncer de ovario recurrente es la
quimioterapia, lo que a menudo causa efectos secundarios significativos.
Este no es el único estudio sobre este cáncer que se ha presentado en ASCO.
Antonio González, del Centro de Cáncer MD Anderson de Madrid, ha dado a conocer
uno -llamado "Penélope"- que combina quimioterapia con el fármaco
"pertuzumab" (de Roche, usado ya para cáncer de mama y aprobado por
la FDA y la Agencia Europea del Medicamento).
Para el trabajo se ha escogido a mujeres con alteraciones en el gen HER3, que
suponen la mitad de los casos de cáncer ovárico.
Las primeras investigaciones muestran que la combinación de quimioterapia y
"pertuzumab" es segura, por lo que ahora comenzarán a estudiar su
eficacia en 150 mujeres.
Geico -grupo español de investigación de cáncer de ovario- participa en este
trabajo con mayor número de pacientes.
El cáncer de ovario es el octavo tumor más común y la séptima causa de muerte
por cáncer entre mujeres de todo el mundo.
"La recaída y la resistencia a los tratamientos siempre han sido un
desafío", según Gregory Masters, experto de ASCO, quien aseguró que estas
investigaciones podrían suponer nuevas opciones.
fuente: EFE
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