Estas son dos de las principales conclusiones de un informe
presentado hoy por la agencia sanitaria de Naciones Unidas y que hace un
análisis de la calidad del aire en 1.600 ciudades de 91 países.
Los datos con los que cuenta la OMS no son comparables porque se refieren a años diferentes (desde 2008 a 2012), y porque los sistemas de medición son distintos, por lo que el organismo rehúsa hacer una clasificación jerárquica de las urbes más y menos contaminadas.
El informe ofrece datos sobre 46 ciudades españolas, de los que se desprende que la urbe con peor calidad del aire es La Línea de la Concepción, en el sur, y la que tiene el aire más limpio Las Palmas, en las Islas Canarias.
Con respecto a América Latina, el estudio cuenta con datos de ciudades de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú, Venezuela, Chile y Uruguay.
En algunos casos se cita simplemente una ciudad de un país, y en otros más de veinte.
De ese recuento se desprende que la ciudad con peores indicadores es Lima, y las que tienen un aire más limpio (con índices similares) son Salvador de Bahía en Brasil y Ambato e Ibarra en Ecuador.
El estudio mide especialmente el nivel de las partículas contaminantes PM 2,5 -las más pequeñas y más perjudiciales ya que pueden penetrar directamente en los pulmones- que son consideradas las más peligrosas y por tanto son el mejor indicador de los riesgos para la salud de la contaminación ambiental.
El nivel “razonable” de estas partículas es una media anual de hasta 10 microgramos por metro cúbico. Si la presencia es mayor se puede considerar que existe contaminación perjudicial para la salud y si menos, que el aire es limpio.
Las altas concentraciones de las partículas finas se asocian con un gran número de muertes causadas por infartos y ataques cerebrales, por lo que la OMS advierte de que residir en ciudades donde los niveles son dos veces y media los recomendados “pone a la población en riesgo de padecer problemas de salud a largo plazo”.
De las 1.600 ciudades, 816 urbes de países desarrollados aportaron información sobre niveles de partículas PM 2,5 y otras 554 ofrecieron datos sobre niveles de partículas PM 10, un poco mayores que las PM 2,5 y un poco menos perjudiciales.
Sin embargo, sólo 70 ciudades de países en desarrollo aportaron estadísticas sobre niveles de partículas PM 2,5, y otras 512 ciudades informaron sobre partículas PM 10.
El pasado marzo, la OMS reveló que más de siete millones de personas mueren anualmente en el mundo a causa de la contaminación ambiental ya sea fuera o dentro del hogar, lo que convierte a la polución en el principal riesgo medioambiental para la salud.
Estas estadísticas mostraron que una de cada ocho muertes en el mundo está relacionada con la exposición a ambientes contaminados.
De los siete millones de decesos, 3,7 millones tuvieron por causa la contaminación ambiental externa, y 4,3 se debieron a la polución interna de los hogares, causada mayoritariamente por la combustión para cocinar con madera, carbón o biomasa.
Asimismo, el 88 por ciento de las 3,7 millones de muertes causadas por la contaminación ambiental externa se produjeron en países de ingresos medios o bajos, que representan el 82 por ciento de la población mundial.
fuente:noticiassin
Los datos con los que cuenta la OMS no son comparables porque se refieren a años diferentes (desde 2008 a 2012), y porque los sistemas de medición son distintos, por lo que el organismo rehúsa hacer una clasificación jerárquica de las urbes más y menos contaminadas.
El informe ofrece datos sobre 46 ciudades españolas, de los que se desprende que la urbe con peor calidad del aire es La Línea de la Concepción, en el sur, y la que tiene el aire más limpio Las Palmas, en las Islas Canarias.
Con respecto a América Latina, el estudio cuenta con datos de ciudades de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú, Venezuela, Chile y Uruguay.
En algunos casos se cita simplemente una ciudad de un país, y en otros más de veinte.
De ese recuento se desprende que la ciudad con peores indicadores es Lima, y las que tienen un aire más limpio (con índices similares) son Salvador de Bahía en Brasil y Ambato e Ibarra en Ecuador.
El estudio mide especialmente el nivel de las partículas contaminantes PM 2,5 -las más pequeñas y más perjudiciales ya que pueden penetrar directamente en los pulmones- que son consideradas las más peligrosas y por tanto son el mejor indicador de los riesgos para la salud de la contaminación ambiental.
El nivel “razonable” de estas partículas es una media anual de hasta 10 microgramos por metro cúbico. Si la presencia es mayor se puede considerar que existe contaminación perjudicial para la salud y si menos, que el aire es limpio.
Las altas concentraciones de las partículas finas se asocian con un gran número de muertes causadas por infartos y ataques cerebrales, por lo que la OMS advierte de que residir en ciudades donde los niveles son dos veces y media los recomendados “pone a la población en riesgo de padecer problemas de salud a largo plazo”.
De las 1.600 ciudades, 816 urbes de países desarrollados aportaron información sobre niveles de partículas PM 2,5 y otras 554 ofrecieron datos sobre niveles de partículas PM 10, un poco mayores que las PM 2,5 y un poco menos perjudiciales.
Sin embargo, sólo 70 ciudades de países en desarrollo aportaron estadísticas sobre niveles de partículas PM 2,5, y otras 512 ciudades informaron sobre partículas PM 10.
El pasado marzo, la OMS reveló que más de siete millones de personas mueren anualmente en el mundo a causa de la contaminación ambiental ya sea fuera o dentro del hogar, lo que convierte a la polución en el principal riesgo medioambiental para la salud.
Estas estadísticas mostraron que una de cada ocho muertes en el mundo está relacionada con la exposición a ambientes contaminados.
De los siete millones de decesos, 3,7 millones tuvieron por causa la contaminación ambiental externa, y 4,3 se debieron a la polución interna de los hogares, causada mayoritariamente por la combustión para cocinar con madera, carbón o biomasa.
Asimismo, el 88 por ciento de las 3,7 millones de muertes causadas por la contaminación ambiental externa se produjeron en países de ingresos medios o bajos, que representan el 82 por ciento de la población mundial.
fuente:noticiassin
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