lunes, 30 de junio de 2014

Juan Bosch 105 años de su natalicio: A Don Juan, en cualquier rincón del corazón de esta Patria

Quiero hacer estas notas hoy, porque mañana 30 de junio, día que cayó sobre los surcos de Quisqueya una semilla de esperanza y liberación,  estará colmado de ruidos por  hijos   que  dicen ser tu legado y  en cuyo cuerpo político  no queda un solo  gen del valor esencial que esculpiste como   Gran maestro de soberanía en el hondo pecho de libertad de tus discípulos: honestidad y humildad.
En tus enseñanzas,  a través de tus lecciones sobre organización y disciplina, eras muy claro al insistir que árbol que nace torcido, difícil es su rama de enderezar; por eso,  abandonaste tu primer esfuerzo partidario. No creían en tu visión y boicotearon siempre tu esfuerzo de educar para construir un nuevo ser político.
A tus 65 años lo volviste a intentar, pero, lo sabemos, nunca perdiste de vista de que era una tarea difícil  hacer nacer entre pequeños burgueses ambiciosos,  adoradores del poder y amante de la vida fácil y acomodada,  un proyecto de Liberación para completar la obra de Duarte de una patria soberana y de Justicia social.  Tenías la certeza en tu estrategia pedagógica, los círculos de estudios, que la construcción de una consciencia era un proceso que la persona alcanzaba de forma progresiva, como el relámpago, por etapa.
Para que el germen del individualismo no se tragara los propósitos, fuiste perspicaz y sabio, nada se puede hacer al margen de la vida orgánica. Ninguna reunión era válida si no se trataba  el tema de educación y,  la posición más alta  e importante,  era la de  miembro ,  que ejercía la democracia plena  en sus estructuras orgánicas, con ello maestro, combatiste el amiguismo y el grupismo,  principios estos,   del  cao y destrucción de toda comunidad política.
Maestro, si practicáramos un ADN político a los  que dicen ser tu familia y legado, habría que declararlos después del hallazgo,   hijos bastardo,  nacidos de una relación adúltera, fraguada en el Frente Patriótico.  Del Boschismo y tus valores genéticos en su sistema de ADN político,  se puede encontrar poca cosa de tu pensamiento y legado.
De toda manera maestro, que más que sembrar en estructuras partidarias, hiciste germinar en la carne de tu pueblo el verdadero sentido del ejercicio del poder, servir. Servir con ética, con compromiso, con solidaridad y justicia. Maestro en tu paso profético en la sociedad dominicana por la democracia,  para  hacer de ella una sociedad justa y solidaria, no fue en vano, germinará por el bien de todos y todas.
Gracias don Juan,  por ser parte de este pedazo de isla y gran nación,  siempre contigo, tus mejores hijos. Dios te bendiga, Gran Maestro.
fuente:acento.com

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