sábado, 11 de octubre de 2014

La historia de Brittany Maynard, joven con cáncer que decidió poner fin a su vida este noviembre

 La historia de Brittany Maynard, una mujer de 29 años enferma terminal de cáncer, está conmocionando a Estados Unidos. Ha puesto fecha a su muerte, el próximo Primero de noviembre. Ella, colabora con Compassion and Choices, la organización más importante de EE UU que defiende el derecho a poner fin a la vida de personas enfermas terminales.
Vive en Portland, Oregon, con su esposo, Dan Díaz, y su madre, Debbie Ziegler tras haberse trasladado allí al ser éste uno de los pocos Estados del país que reconoce el derecho a la eutanasia. Brittany ha decidido contar su historia a los medios, pero también desde The Brittany Fund y una página en Facebook, para que otros Estados reconozcan el derecho a este tipo de muerte. En Oregon, el Acta de Muerte Digna recoge que dos médicos deben acreditar que al enfermo le quedan probablemente menos de seis meses de vida. Los afectados deben ser mayores de edad y haber dejado constancia de su deseo de morir varias veces de forma oral y escrita. Ha intentado ser revocada, sin éxito, varias veces por las autoridades federales.
Tras una larga temporada con debilitadores dolores de cabeza, Maynard decidió hacerse un chequeo médico que acabaron con una noticia devastadora: tenía un grave tumor en el cerebro, denominado Astrocitoma difuso (grado II).
Esta noticia llegó en enero de 2013, poco después de celebrar su boda (en septiembre de 2012). “Fue horrible, nuestras vidas pasaron de soñar con formar una familia a estar día tras día en una consulta médica”, contaba recientemente Maynard, cuya historia ha sido recogida por infinidad de medios, como el Washington Post, la CNN o Fox News.
Se sometió a una craneotomía parcial y una resección parcial en el lóbulo temporal para detener el avance del tumor, pero en abril se confirmó que todo había sido en vano. El tumor pasó a glioblastoma multiforme, la forma más mortal de este tipo de tumores, con una expectativa de vida que no supera los 14 meses, caracterizado por ser, además, un proceso de tratamiento muy agresivo y doloroso para el paciente.
Optó por no seguir ningún tratamiento oncológico agresivo y seguir una serie de cuidados paliativos en su propio hogar. Y algo más difícil aún: poner fecha a su muerte. “No hay nada en mí de suicida, pero sé que mi enfermedad no tiene cura y que degenerará de tal forma que perderé muchísima calidad de vida, así que esta decisión creo que es la menos dramática para morir de forma digna”, argumentaba Maynard a la revista People hace unos meses.
El 1 de noviembre es la fecha que ella ha elegido para poner fin a su vida, sólo dos días después de su 30 cumpleaños.
twiter@monterobonao
fuente:noticiassin.com

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