Romeo Santos no solo logró anoche la hazaña de llenar el Estadio Olímpico a toda capacidad; además mantuvo cautivo a un público que acudió para oirle cantar y disfrutar del espectáculo particular en el que convierte sus conciertos.
Por casi dos horas, el cantante ofreció en un imponente escenario sus canciones más conocidas y aprovechó para introducir otras, bien recibidas por sus admiradores que apludían y coreaban en medio de gritos y silbidos.
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fuente:hoy.com.do
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