lunes, 29 de mayo de 2017

Financiemos la educación técnica y vocacional

Es muy importante que entendamos el valor real de la educación sea cual sea esta.
Desde la hogareña a la productiva o la económica.
Creemos firmemente que en el país hoy tenemos una definición más clara de la importancia de la educación para el empleo y aún más la que nos da las herramientas para una educación y empleo digno.
Sin embargo el decir “del dicho al hecho, hay mucho trecho” tiene mucha vigencia pues necesitamos definir cada vez más acciones como: ¿Para qué y para quién educar? Creemos, que el “para qué” está medianamente definido aunque nos falta mucho ajustar cuáles son las áreas básicas para el desarrollo personal, empresarial y nacional.
A quién o “para quién educar” es la segunda pregunta y la más importante para la sociedad.
La educación superior en el país y fuera del país está diríamos, más que cubierta (no digo bien), por las acciones de los jóvenes estudiantes, sus familias, las academias superiores y el Estado dominicano que en los últimos años ha invertido miles de millones de pesos formando aquí y en el exterior. Para quien hemos formado aquí o fuera es otra historia.
Nuestra mayor inquietud es saber que la pirámide educativa necesita mayor atención en la formación de nuestra juventud, aquella que por razones tan variadas como queramos pensar no pudo seguir un tercer o sexto u octavo o bachillerato de su formación al terminar sus estudios en una comunidad rural o urbana, pequeña, mediana o grande.
Muchos de ellos hoy, por razones variables, son “ninis”, pero me permito externar lo siguiente.
fuente:listindiario.com

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