jueves, 1 de junio de 2017

Cuando el pastor de la iglesia es el violador de las feligresas

A mediados de marzo fue apresado el señor Melvin David Quiroz, de 41 años, líder de la Iglesia Evangélica Cristiana Potencia de Dios en Puerto Plata. Al pastor se le acusa de violación y agresión sexual a varias mujeres de su iglesia, a quienes supuestamente engañaba diciéndoles que tenían que acostarse con él para ser redimidas. En la congregación dicen que eso es chisme, celos y ganas de dañar la reputación de un hombre bueno… como casi siempre ocurre cuando una mujer denuncia una violación.
A las mujeres que valientemente dieron la cara ante los medios de comunicación para denunciar al pastor, les han dicho de todo. “Eso es por puro gusto y cuerería, no por creencia”, decía una persona en los comentarios de una noticia al respecto. “Señores permítanme decirles que el que hable mal del pastor está muy equivocado, a ese pastor hay que darle un soberano por macho que se tiraba 5, una detrás de la otra en un día. Ahí las malas son ellas que no eran niñas, y sabían lo que estaban haciendo”, expresó otra. “Eso no es violación, es estupidez”, dijo alguien a lo que otra persona añadió: “A esas mujeres debe de darles vergüenza. Y ni decir eso...viejas y con esa vagabundería”.

Lamentablemente, muchos de los comentarios denigrantes lo hacían mujeres. Esto se llama ‘misoginia internalizada’ y es una de las tácticas más ingeniosas del patriarcado. En los casos de violación, la misoginia internalizada funciona como un mecanismo de defensa para las mujeres hacerse creer a sí mismas que “eso le pasó a ella por bruta, pero a mí nunca me pasaría”. Este pensamiento ofrece un falso sentimiento de seguridad que encima es mezquino.

Las noticias no recogieron algunos aportes cruciales, como el hecho de que los novios y esposos de las mujeres las presionaron para que se acostaran con el pastor. En un reportaje investigativo de la periodista Ingrid Vásquez Núñez, uno de los esposos expresó que Quiroz los convencía “de que él tenía que libertarla a ella de esa forma, porque ella tenía un demonio en sus partes que podría absorber lo que yo tenía de Dios y llevarme al mundo”. El novio de otra le dijo: “si tú no haces eso, no te vas a casar conmigo”.

¿Cómo habrán caído mujeres adultas en ese gancho? Bueno, si analizamos la situación con objetividad, mucha gente cree en cosas más inverosímiles que el cuento que les hacía el pastor a las feligresas. Algunas religiones predican que si eres creyente toda la vida, cuando mueras recibirás tu propio planeta donde serás un Dios omnipresente. Otras religiones hablan de la transustanciación de cuerpos sólidos. ¿Por qué nos resulta hasta admirable que una persona crea en estas ideas, pero proferimos burlas e insultos a estas mujeres que confiaban en lo que predicaba su pastor?

Para persuadirlas, el pastor les decía “tú no puedes desobedecer a Dios”. Para una persona devota, esto es un mandato incuestionable. En algunas religiones, es el mandamiento principal. Ellas lo siguieron al pie de la letra porque la fe no funciona en base a razonamientos tautológicos, sino que se sustenta en la veneración inexorable hacia conceptos intangibles.

¿Por qué esta noticia suscitó tanta incredulidad visceral? Porque cuando salió la noticia de un pastor que violaba feligresas diciéndoles que su esperma las liberaría de demonios, nadie quiso verlas como creyentes, sólo vieron que eran mujeres. Y, todas aquellas personas que se burlaron de ellas y hasta las culparon no pensaron en la fuerza de la religión, sólo pensaron en el poder de la misoginia.

fuente:elacribe.com.do - imagen de google -

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