viernes, 14 de julio de 2017

Balaguer: a pesar de su ceguera, nunca perdió hábito de lectura

Como cada día en la vida de un apasionado por el conocimiento, Joaquín Balaguer llevó su cuerpo hasta su biblioteca, el  tesoro personal, y como si quisiera en sus oscuras pupilas volver a recrear la imagen de aquel imperio de hojas y tintas, se quedó petrificado próximo a las escaleras tipo caracol.
En la soledad con sus libros, sintió la presencia de otra persona hurgando entre los estantes, a la que esperó reconocer por la voz.  Y de repente la escuchó:
óDoctor, usted parece comunista. Fue el comentario que salió como un disparo de pólvora mansa de los labios de Xiomara Herrera, una jovencita entonces que trabajaba, y aún lo hace, en labores secretariales en la casa del agudo político y hombre de letras.
-¿Por qué lo dices?ó, respondió Balaguer.
-Veo que usted tiene muchos libros de Leninó, comentó Xiomara.
-Tú eres muy curiosaó. Así le respondió el doctor Balaguer, quien como cultivador del intelecto desde la niñez, abrevó en los más conspicuos pensadores clásicos y contemporáneos.
Las obras completas de 22 tomos, escritas por el fundador del primer Estado socialista del mundo, constituyen una de las joyas que aún permanecen en su hemeroteca, que sus discípulos guardan con celo en el segundo piso, codificada y protegida de la polilla y los rigores del tiempo en la fundación que lleva su nombre.
A pesar de haberse desprendido de la principal cuando la donó a la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, el autor de “La Palabra Encadenada”, tuvo tiempo para erigir otra, pues los librosó a contra pelo de la “sombra en sus ojos”ó, fueron la segunda razón de su existencia.
fuente:listindiario.com

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