martes, 18 de julio de 2017

Técnicas para lograr la difícil tarea de pedir perdón

Acércate a quien has ofendido y reconoce que lo que hiciste causó daño. Esto te permitirá mirar a la cara con compasión, sentir el dolor que provocaste y, en la medida que sea posible, restituir el daño ocasionado.
Escuchar. Cuando las personas están decaídas, tristes o deprimidas, a veces todo lo que necesitan es a alguien que los escuche con atención.
Agradecer. Acércate a tus seres queridos, míralos a la cara y da gracias por todo lo que han aportado a tu vida. El agradecimiento es un gesto humano que nos engrandece. Aumenta el sentido de bienestar y baja los niveles de estrés.
Tener una actitud positiva. Cuando te acercas a las personas con una actitud positiva, enfocándote en las cosas buenas de la vida, los demás se benefician y vivirás a plenitud. Tu actitud puede contagiar a otros y servirá de modelo para cambiar el entorno de otros.
Comunicarte bien. Al acercarte a los demás, escúchalos con atención, permite el diálogo para conocerlos. Así lograrás intercambiar ideas y sentimientos.
Abrazar la diversidad. Acércate a las personas que consideras diferentes a ti, míralas a la cara, escúchalas y aprenderás a respetarlas y a descubrir que en la diferencia hay grandes oportunidades.
Honrar la sabiduría. Acércate a tus viejos, escúchalos con atención, aprende de sus experiencias, valóralas y les devolverás todo lo que te han dado.
Ser compasivo. Cuando lo eres con el que sufre, cuando le extiendes la mano al necesitado y te identificas con su dolor, estás cultivando tu espiritualidad. Este valor da por gracia, lo que has recibido como un regalo divino.
Ser bondadoso. Procura el beneficio de los demás a través de tus acciones. De esta manera, sentirás la alegría de hacer feliz otros y dar lo mejor de ti.
Sonreír. No te cuesta nada y nunca sabrás cuánto podrá significar para otro.
Ser cortés. Practica los buenos modales, expresa un “buenos días, por favor o gracias”, así aportarás a lograr un mundo mejor.
Ser humilde. Al reconocer que todos somos iguales, enriquecemos nuestro espíritu y obtenemos grandeza en el corazón de los demás.
fuente:elnuevodia.com

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