
Dentro del refugio estaba despeinada, descalza, con un vestido de flores y con una expresión de tristeza en su rostro, a la espera de que llegara algo para comer.
Allí se le vio compartir con los niños de su edad, pero mientras el resto reía, saltaba y jugaba, ella se quedó sentada con sus manos puestas en el mentón moviendo sus pies.
Esa nena tiene once años de edad y contó que el padre de la criatura es un adolescente de 17 que vive en su comunidad.
“Yo soy la única hija de mis padres. No tengo más hermanos. Vivo aquí, porque nuestra casa se puso media de agua con las lluvias y hasta que no bajen las inundaciones, no podemos entrar”, dijo.
Contó que sus padres están al cuidado de ella, pero son de escasos recursos, lo cual le dificulta tener una mejor calidad de vida.
La niña que está en sexto grado de la primaria, cumple sus doce años el 2 de enero próximo.
fuente:listindiario.com
0 comentarios:
Publicar un comentario